Una de las preguntas que más frecuentemente se hace alguien que está pensando en vender su casa es precisamente ¿cuánto puedo pedir por mi casa?. A continuación desde Inmobiliaria Somera os planteamos una serie de consejos que te serán muy útiles a la hora de poner valor a tu casa.
Qué valor tiene mi vivienda
No importa si quieres vender una casa en Ibaiondo calles como Somera, Artecalle, Tendería, Belosticalle, Carnicería, Barrencalle y Barrencalle Barrena o en zonas como Atxuri, Bilbao La Vieja, Iturralde, La Peña, Miribilla, San Adrián, San Francisco, Solokoetxe y Zabala. como tambien y no podía ser menos al resto de Bilbao como es Deusto, Uríbarri, Otxarkoaga-Txurdinaga, Begoña, Abando, Rekalde, Basurto-Zorroza . Siempre se cumplen unas normas básicas que nos servirán para valorar cualquier casa.
Muchos de los profesionales disponemos de datos de compraventas reales en la zona donde se ubica el inmueble. Incluso tenemos acceso a la base de datos de los registradores y pudiendo consultar precios de escrituración por número de calle.
Análisis comparativo de mercado
Sin duda es una información muy valiosa, pero debe ser bien interpretada. En cualquier caso siempre usaremos un método de comparación. También conocido como análisis comparativo de mercado o A.C.M. Este método consiste básicamente en buscar inmuebles similares que coincidan en zona, antigüedad, tamaño y estado para poder obtener un precio aproximado del metro cuadrado.
La dificultada reside en encontrar esos inmuebles, también llamados testigos, con los que poder comparar tu propiedad. Si estos testigos salen de anuncios de viviendas en venta, estaremos basándonos en el “precio de anuncio” pero no en el “precio real”. Por eso es importante tener testigos vendidos.
Aplicar coeficientes de antigüedad y tamaño para homogeneizar
Otro de los inconvenientes es que en ocasiones los testigos no tienen las mismas características que el inmueble que queremos valorar. Es entonces cuando debemos aplicar coeficientes para homogenizar esos testigos. Esto consiste en aumentar o disminuir el precio por metro de estos testigos en función de si son más grandes o pequeños, o más o menos antiguos, etc.
Los coeficientes más habituales son precisamente los de antigüedad y tamaño. Pero también se utilizan coeficientes para homogenizar la altura o incluso si tienen o no ascensor. Lo que no se puede hacer es elegir inmuebles de otras zonas o cuyas características son excesivamente diferentes del inmueble que queremos valorar.
Cuidado con sobrevalorar la vivienda
Apoyarse únicamente en los precios de anuncio puede valer para un profesional que conozca la media de descuento en la zona entre precio de anuncio y precio de transacción real, pero es peligroso que un particular utilice este método.
Por lo general se acaba sobrevalorando la propiedad con las nefastas consecuencias de perder la demanda acumulada que en ese momento está buscando propiedades en esa zona.
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