Jubilado busca compartir piso
Jubilado busca compartir piso con estudiante
Estudiar fuera de tu ciudad de origen plantea la búsqueda de una vivienda allí donde se realizará la formación. Una alternativa a las residencias, colegios mayores o pisos de estudiantes son los pisos compartidos con mayores. El ‘homeshare’ o alojamiento por compañía ya se ofrece en varias universidades españolas. Esta fórmula existe en diferentes países europeos y en Estados Unidos como forma de conseguir techo a cambio de ofrecer un servicio.
En España existen 16 programas de ‘homeshare’ para compartir casa con personas mayores vinculados a centros docentes de Almería, Granada, Córdoba, Jerez de la Frontera, Málaga, Sevilla, Las Palmas de Gran Canaria, Albacete, León, Palencia, Segovia, Soria, Valladolid, Barcelona, L’Hospitalet, Salt, Reus, Girona, Lleida, Manresa, San Cugat, Cerdanyola, Tarragona, Terrassa, Vic, Santiago de Compostela, Madrid, Murcia, Bilbao, Donostia-San Sebastián y Alicante.
Alojamiento a cambio de compañía
La pionera en crear un programa de ‘homeshare’ fue la universidad de Granada en 1991. Dos años después, con el ‘Año Internacional de la Solidaridad entre Generaciones’ este programa se extendió por toda España. El año académico 2013-2014 estima en más de 300.000 las plazas que ocuparán los universitarios. Cerca del 50% de los mismos cambian de ciudad para realizar sus estudios. La oferta de alojamiento para estudiantes se concentra en residencias, colegios mayores y pisos de alquiler.
El ‘homeshare’ es la opción para los presupuestos más ajustados. Se trata de un programa de alojamiento compartido que cumple una doble función: facilitar la permanencia de los mayores en su propio hogar y ofrecer habitación a jóvenes universitarios. Este alojamiento es gratuito, pero a cambio, el estudiante debe hacer compañía y dedicar un tiempo a las personas mayores, porque más que alojamiento lo que se ofrece es una convivencia.
Junto con las universidades trabajan ayuntamientos y organizaciones públicas y privadas para la selección de hogares. La ONG ‘Solidarios para el Desarrollo’ tiene el programa intergeneracional ‘Convive’ desde 1995, con un balance muy positivo. “Hemos establecido más de 1.500 convivencias. El programa ha resultado una alternativa para las personas mayores no dependientes que no desean ingresar en una residencia y ha ofrecido una opción habitacional para estudiantes”, explica Marcos Bocker, responsable del programa. “Personas mayores y estudiantes han enriquecido sus vidas al participar en una relación de intercambio y apoyo mutuo”, indica.
Requisitos para acceder al programa
Para acceder a estos programas es necesario cumplir una serie de requisitos. La persona mayor debe tener más de 60 años (en algunos casos la edad se rebaja a 55), vivir sola, no ser dependiente y tener una vivienda en condiciones con una habitación habilitada para el estudiante. En cuanto a los estudiantes deben ser mayores de 18 años, estar matriculados en alguna de las universidades participantes, disponer de unas dos horas mínimo al día para compartir con la persona mayor y estar motivado en cuanto a hábitos y estilo de vida. Desde las organizaciones y universidades que organizan estos programas hacen hincapié en que no se trata de ofrecer un alojamiento gratuito para estudiantes, ni de sustituir el cuidado de una persona mayor por un profesional.
Los estudiantes interesados en participar en estos programas tienen que solicitarlo en la universidad y superar un proceso de selección, pues la demanda supera a la oferta. Aunque no existe una contraprestación económica, los caseros reciben una ayuda para hacer frente al aumento de los gastos corrientes. El estudiante no paga alquiler, pero debe sufragar parte de los gastos de la vivienda “hasta un máximo de 70 euros mensuales, cantidad por definir en cada caso a petición de la persona mayor”, puntualiza Bocker. Además, el estudiante tiene que costear su propia manutención.
Recortes con la crisis
Alguno de estos programas se han visto afectados por la crisis y han perdido el apoyo económico que tenían. La Universidad Jaume I de Castellón ha recuperado este curso el programa de alojamiento intergeneracional, IntergenUji ‘Un hogar, dos generaciones’, después de un parón de varios años. “Lo ha puesto en marcha solo la Universidad con una convocatoria abierta y permanente. No hay plazos para solicitarlo, solo se exige que se mantenga durante un curso académico”, confirma Carmen Lázaro, directora de la Oficina de Cooperación al Desarrollo y Solidaridad de la universidad. Este programa incluye una breve formación dirigida a estudiantes y personas mayores sobre envejecimiento activo y saludable o los indicios de posibles patologías asociadas a la edad.
En la Universidad de Sevilla se implantó el programa en 1991 y durante estos años 1.320 alumnos han vivido la experiencia. “Son estudiantes con escasos recursos económicos, de entre 20 y 25 años, con la misma proporción de solicitudes de chicos y chicas y de todas las disciplinas”, explica Lola Mantecón, trabajadora social del SACU de la Universidad de Sevilla. Los estudiantes solo deben contribuir con el 30% de los gastos de luz, agua y gas de la casa. Aunque las solicitudes para participar en estos programas siempre han sido elevadas, la crisis ha provocado un incremento considerable de la demanda. La diferencia es que ahora ha aumentado la proporción de estudiantes españoles que solicitan el ‘homeshare’ respecto a los extranjeros.
pisos.com
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Habitación Joven Madrid
en dijo
Hola.
Esta idea me parece estupenda, el estudiante tiene un alojamiento y la persona mayor algo de dinero extra y sobre todo compañia. La soledad no es buena cuando se es mayor.
Saludos.
Felipe Peña
en dijo
Gracias por tus comentarios. la idea es positiva …